martes, 20 de enero de 2009

Los huelguistas creen que "el Gobierno ha visto las orejas al lobo"

Por Marta Fdez. Olmos
[Publicado en ADN.es el 12 de junio de 2008]

La federación convocante del paro de transportistas, que va camino de cumplir 96 horas, asegura que la situación se vuelve cada vez más complicada y afirma que las salidas que les ofrece el Ejecutivo "no valen"

El paro indefinido de los transportistas continúa. La pasada medianoche se cumplieron 72 horas desde que comenzara, en la madrugada del lunes, la huelga del sector que ha paralizado media España. Gasolineras sin combustible, falta de productos frescos en los mercados o atascos kilométricos en las entradas a las grandes ciudades son sólo algunas de las primeras consecuencias de una crisis que, si continúa, podría empeorar en los próximos días.

"La situación es muy complicada", asegura la asesora jurídica de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España -Fenadismer- Desirée Paseiro. En cuanto a los ánimos de los manifestantes, cree que "la gente está cansada" porque "no ven una voluntad real" por parte de los mandatarios "de solucionar el problema". Las salidas que les ofrecen "no valen" y tanto el ánimo de los transportistas como la situación están "complicados", afirma.

Las declaraciones se producen a menos de 24 horas de que uno de los huelguistas, miembro de un piquete, resultara muerto en Granada tras ser atropellado por una furgoneta. Además de la víctima mortal se han producido más de 70 detenciones y el tercer día de huelga se ha saldado con al menos una decena de heridos.

"El Gobierno ha visto las orejas al lobo por primera vez", declaran desde Fenadismer, asegurando que ante la dificultad actual de la situación, el Ejecutivo ha decidido "actuar con contundencia".

En contra de la violencia

Sin embargo, desde la organización convocante se insta a los transportistas que secundan el paro a que "no realicen acciones fuera de la legalidad", a pesar de las últimas movilizaciones policiales.

Los transportistas también reconocen que los ánimos empiezan a decaer tras más de tres jornadas de paro nacional. Eduardo, un autónomo de 40 años con más de dos millones de kilómetros recorridos en sus ocho años como transportista, asegura que a medida que pasan los días, "la gente está más caliente", aunque desde las organizaciones convocantes "se pide que no pierdan los nervios".

Eduardo también explica cómo se está desarrollando la labor de los piquetes. En el que él se encuentra, en Meco -Madrid-, se está actuando "pacíficamente" dejando pasar a la gente que quiere trabajar, aunque eso sí, "aplaudiéndoles" irónicamente "cuando entran en el mercado".

Un 90% de seguimiento

Al paro nacional, que fue convocado por Fenadismer, también se han adscrito numerosas agrupaciones minoritarias del ramo. A pesar de que esta organización tan solo cuenta con 30.000 empresas o transportistas asociados -un 20% del total del sector, que forman aproximadamente unas 150.000 compañías o autónomos en España-, fuentes de la misma aseguran que los paros los están secundando el 90% de los trabajadores del sector, "con independencia de la organización a la que pertenezcan".

Algunos de los transportistas movilizados pertenecen incluso, según Paseiro, a las organizaciones que sí han firmado los acuerdos propuestos por el Ejecutivo. Sin embargo, Fenadismer, cuyos miembros son principalmente profesionales autónomos y pequeñas empresas, no está dispuesta a dar su brazo a torcer.

El Gobierno "no da soluciones"

En lo que llevamos de paros, "muchas compañías y autónomos ya han perdido su trabajo", explican desde Fenadismer a ADN.es en referencia a los clientes para los que han dejado de prestar servicios durante estos días. Además, "el precio mínimo", una de sus principales reivindicaciones, "sí está permitido por la legislación comunitaria", aseguran desde la Federación, contradiciendo al Ejecutivo, que alega que la medida solicitada es "ilegal".

El Gobierno "no da solución a nuestras reivindicaciones", explica la asesora, tras asegurar que ambas partes tienen un punto en común: quieren finalizar la huelga cuanto antes pero, en el caso de los transportistas, no a cualquier precio. "Ojalá pudiéramos encontrar una solución", afirma con voz esperanzadora, aunque alega que esto está "en manos de la administración".

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