martes, 20 de enero de 2009

Cómo utilizar la economía en el trabajo o el sexo

Por Marta Fdez. Olmos
[Publicado en ADN.es el 23 de febrero de 2008]

El nuevo libro del prestigioso economista Tyler Cowen desgrana un ramillete de consejos basados en principios económicos básicos para conseguir el éxito en la vida personal

El economista norteamericano Tyler Cowen presenta su nuevo libro en España. En Descubre al Economista que llevas dentro, Cowen recopila un ramillete de consejos con los que pretende mejorar nuestra vida en aspectos que en principio no tienen mucho en común con la economía, como el amor, el trabajo o el sexo.

¿Qué tienen que ver los principios económicos con las reuniones de trabajo o la vida en familia? ¿Cómo puede la Economía hacernos mejorar en nuestras relaciones personales? Esta y otras preguntas son las que el prestigioso economista norteamericano Tyler Cowen intenta contestar en su nuevo libro Descubre al Economista que llevas dentro. "La economía no es sólo una ciencia", ha asegurado Cowen a ADN.es, "sino también un arte, el de las Humanidades, que tiene detrás a filósofos como Platón y Aristóteles".

Sorprendentemente, sus páginas no están plagadas de cifras y estadísticas como se podría imaginar en principio, sino de contenidos "más prácticos", según el autor, que lo define como un libro "con ideas".

Así, el experto nos ofrece en su nueva publicación un abanico de recetas para que cualquier ciudadano de a pie pueda analizar y mejorar, mediante principios económicos básicos como el de la utilización de los incentivos, algunos de los aspectos cotidianos de la vida. "Hay muchos ejemplos en el libro, que entre otros temas habla de cuando una persona busca enamorarse, comer bien en un restaurante o sacar provecho de una reunión de trabajo", asegura Cowen.

Su libro aparece en el mercado en una época en la que se ha generalizado la publicación de textos que pretenden acercar la economía a los no especialistas. Freakonomics o El economista camuflado se han convertido en poco tiempo en éxitos de venta en todo el mundo, debido en parte a las turbulencias que, en los últimos meses, han hecho balancearse a los mercados de todo el mundo. Sin embargo, Descubre al Economista que llevas dentro intenta tomar un camino diferente: el del individuo en su vida diaria.

Por ejemplo, el autor aconseja no dejar demasiada propina a los camareros ya que, si todo el mundo hiciera lo mismo, los restaurantes o cafeterías no se verían obligados a subirles los sueldos a sus empleados porque, gracias a las propinas, éstos ya disponen de un mayor salario. Así, el beneficio de nuestra 'generosidad', inicialmente destinada a la persona que nos ha atendido, revertiría directamente en el empresario.

¿Y si queremos encontrar un restaurante bueno y barato? ¿Cómo puede ayudarnos la economía? Para Tyler Cowen es fácil: hay que buscar un área con precios de alquiler bajos cerca de otra con los alquileres por las nubes. Según el autor, "si quieres encontrar comida familiar de buena calidad, los anuncios inmobiliarios son a menudo más útiles que una guía de este tipo de locales", asegura.

La sociedad, ¿un mercado global?

Según el experto, "la gente piensa en el dinero, pero entiende que no es lo más importante de la vida". Sin embargo, en ocasiones la sociedad se comporta como un mercado global en el que se intercambia casi cualquier cosa por dinero u otros bienes -materiales o no-, una idea que, asegura Cowen, no es demasiado realista.

"Los amigos o la familia son cosas verdaderamente importantes y que solemos tratar sin pensar demasiado en ello", algo que considera un error. "A menudo hay que analizar las cosas para entender que a veces no se deben analizar", asevera el prestigioso economista, cuyo blog, Marginal Revolution -revolución marginal en inglés-, es una de las bitácoras económicas más visitadas de todo el Globo.

"Tengo una visión de la vida muy romántica: no todo se paga con dinero, hay cosas muy importantes, como las emociones, que no se compran", afirma Cowen, que asegura que es necesario "abrazar ideas contradictorias" que aúnen sabiduría y autoengaño para conseguir éxito en la vida.

"Don Quijote, por ejemplo, tiene mucho de autoengaño", explica el economista, "y Sancho Panza nada, es todo razonamiento. Pero la novela necesita a los dos personajes, igual que en la vida: necesitamos las dos influencias", asegura, para ser capaces de abrirnos al mundo y entender nuestras emociones y contradicciones.

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